Cocol: Ahuyentar la inversión

“Es propio de aquellos con mentes estrechas, embestir contra todo aquello que no les cabe en la cabeza” Antonio Machado

Dicen los griegos que cualquier loco puede lanzar una piedra al mar, pero quizás cien buzos plenamente adiestrados no sean capaces de traerla a la orilla nuevamente. Lo anterior nos clarifica que es más fácil destruir que construir.

Por René González López | Twitter @21Rene

René González López

Es de suma importancia por el interés de la nación, que reconsidere y, en lugar de poner trabas o cancelar inversiones, las fomente y las promueva ya que, sin este tipo de inversiones, nuestro país difícilmente podrá generar con eficiencia energía eléctrica a bajo costo en beneficio de los que menos tienen y por supuesto del medio ambiente.

Lo previamente mencionado lo pongo sobre la mesa, en virtud de que la semana pasada se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) un Acuerdo emitido por el Centro Nacional de Control de Energía (CENACE), en el cual y, supuestamente con motivo de la contingencia sanitaria por el COVID19, restringe la entrada en operación de nuevas centrales de energías renovables por considerar que afectan la estabilidad y confiabilidad de las redes eléctricas, lo cual es un grave error por parte del Gobierno Federal.

Por lo anterior, el Presidente de la República nos debe “subir” a la modernidad energética en la que se encuentra inmerso la gran mayoría de los países, ya que la generación de energía llamada “verde” es una tendencia irreversible.

Sacar a México de este camino, es un grave error que pronto vamos a lamentar, ya que varias naciones realizan grandes esfuerzos para reducir o revertir el calentamiento global.

El Gobierno de Federal está obligado por compromisos internacionales adquiridos con anterioridad a contribuir en la reducción de emisiones contaminantes y, como actualmente generamos la inmensa mayoría de la energía que consumimos por métodos no muy amigables con el medio ambiente, es importante se reconsidere el Acuerdo al que ya hemos hecho referencia.

El Presidente López se comprometió en su campaña político electoral, a que el pueblo de México iba a tener energía limpia y barata. Por lo pronto podemos advertir que va en sentido contrario para poder cumplir con esta promesa de campaña.

Otro punto a considerar, es que seguimos enviando señales equivocadas al exterior. Recordemos que hace más de un mes, el mismo Gobierno Federal canceló, a través de una consulta digna de una república “bananera”, una importante inversión en el Estado de Baja California, la cual se trataba de una importante planta cervecera, misma que llevaba alrededor de un 75% de construcción.

A esto último, hay que sumarle las inversiones que ya se ejecutaban en nuestro país y otras tantas que esperaban ya “en la caja de bateo” (para que me entiendan los beisboleros), como una inversión en el rubro de las energías verdes que tenía posibilidades de establecerse en nuestro Estado, específicamente en el Municipio de Fresnillo y que rondaba los $250 millones de dólares de inversión extranjera directa y que generaría alrededor de 40 empleos directos.

¿Quieren más? Pues bien, el Embajador designado de Canadá, el Sr. Graeme C. Clark, en oficio que se hizo público y el cual fue remitido a la Secretaría de Energía, manifiesta su preocupación por el riesgo que enfrentan $450 millones de dólares y la creación de más de 1000 empleos por parte de empresas con capital canadiense como lo son ATCO, Canadian Solar, Cubico Sustainable Investments y Northland Power.

Quienes tampoco se quisieron quedar atrás, son 19 embajadores cuyos países forman parte de la Unión Europea y, en voz de Jean-Pierre BOU, quien es el encargado de negocios de la Delegación de la Unión Europea, también mostraron su preocupación por la postura del Gobierno Mexicano, al decir que el Acuerdo publicado en el DOF “amenaza desincentivar la inversión privada, incluida la extranjera, según nos trasladan varias empresas europeas”.

Para nadie es un secreto que el país se dirige cual “Titanic a un iceberg” económico, donde ya el tipo de cambio golpea a los importadores y la tasa de desempleo empieza a subir cada día que pasa. De los pronósticos de crecimiento de nuestra economía mejor ni hablamos.

En estas circunstancias tan críticas, requerimos que el Gobierno de México de certidumbre a los inversionistas, no sólo en el sector energético sino en todo tipo de industria, ya que necesitamos de esa inversión, para que el día después del COVID, podamos impulsar a México y llevarlo a las tasas de crecimiento que se puso como meta el Presidente López, pero sobretodo, para generar mayores y mejores niveles de bienestar.

Por lo pronto, las unidades de asuntos jurídicos de la cancillería, así como las de las Secretarías de Energía y de Economía, deberán de estar preparadas para afrontar sendas demandas internacionales por lo que vaticino que saldrá, como en el caso del aeropuerto de Texcoco, mas caro el caldo que las albóndigas ya que probablemente tengamos que indemnizar a los inversionistas, tanto nacionales como extranjeros.

Ojalá recapacite el Presidente de México y se deje ayudar por técnicos y especialistas en política pública.

PD ¿Dónde se encuentra Poncho Romo cuando le plantean estos casos al Presidente?